Zhire

Se lee tan extraño... Zhire... para algunos, por supuesto, para mí es tan cotidiano desde los 16 años que escuché al mismísimo Luis Miguel gritar así... automáticamente, me auto-nombré así...
"así me dice Luis Miguel", decía yo, y sabía que en cuanto tuviera una hija (si es que llegaba a tenerla), llevaría ese nombre, así que me dí a la tarea de buscarle una ortografía "correcta" que sonara con suficiente "S" pero sin llegar a ser "SHH", así, tal como Luis Miguel dice la "S", y me sonó bien con "ZH", traté de ponerle otra "H" al final, o por ahí en medio; nada me convenció, más que "Zhire"... así está perfecto... Pasaron los años y llegó un embarazo! (oh oh! es niño, Zhire tendrá que esperar), y casi 8 años después de ese primer embarazo, se comenzaba a gestar la dueña indiscutible de ese maravilloso nombre que estaba en mi corazón desde aquel día de Junio cuando salió El Sol, y lo vi en persona por vez primera, en el Auditorio Nacional...

Se estaba gestando la dueña de mi nombre!

41.5 semanas después, un 20 de Junio, nació la criaturita más enojada del mundo! Gritando a todo pulmón, (creo que lo primero que te vi fue la campanilla de la garganta!), lanzando patadas y manotazos a doctores y enfermeras por igual, entorpeciendo la labor de limpiarte y de todo lo que se le hace a un recién nacido... Te acercaron a mí, pude darte un beso y te llevaron de inmediato, no recuerdo más, sólo escuché "complicación" y comencé a ver nublado y borroso, y como entre sueños podía ver a la anestesióloga corriendo de un lado al otro de mis costados, inyectándome en un brazo y después en el otro... y al fondo, la voz de mi amado Luis Miguel, que el doctor había puesto para mí y para mi maravilloso momento... hasta que me perdí en la secuencia soñada y no supe más...
Desperté solita en el cuarto de recuperación, no sé cuantas horas después, pero recuerdo haber pensado: "la libré!"
Al trasladarme a mi habitación, me encontré con que tuviste un APGAR de 9-10, 3 kilos exactos y 48 centímetros, te cargué, te acerqué a mi pecho y me presenté formalmente: "Zhire, yo soy tu mamá! Y tú eres mi Zhire, mi Zhirenita del mar!".
Me miraste fijamente, te pegaste a mi pecho y comenzaste a comer, y, en ese momento tú me diste vida a mí, comencé a sentir fuerza en mis latidos y en el correr de mi sangre, y de inmediato, mi corazón se duplicó, brotó otro, exclusivamente para ti (para tí solita).

Mi niña, mi princesa, mi luna, mi unicornio, mi amor, mi cavernicolita, mi criatura mágica del mar, te amo con todas las fuerzas de mi ser!

FELIZ CUMPLEAÑOS MI ZHIRE, LA SONRISA DEL SOL... (DE EL SOL!!! Y MÍA TAMBIÉN)


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