"En mi humilde opinión"


Eso de la humildad siempre me ha parecido complicado... mi mamá tenía un conocido al que le decía "Jorge, el humilde", porque siempre decía frases acompletadas con esa palabra, "bienvenidos a mi humilde casa", "en mi humilde opinión", "mi humilde vehículo", "mi humilde familia", yo nunca entendí... su casa era grande y tenía un buen carro, y había escuchado que "la gente humilde" era la gente pobre,  la que no tenía casa, ni comida... eso era ser gente humilde, entonces, porqué éste señor adornaba sus frases con esa palabra?
Lo descubrí en la iglesia al repetir como perico los siete pecados y las siete virtudes que luchan contra el pecado: "contra pereza, diligencia; contra lujuria, castidad; contra ira, paciencia; contra soberbia, humildad..."
SOBERBIA, una etiqueta que tuve desde niña por verme al espejo... "te va a salir el diablo por el espejo" decía mi abuelita... tenía yo un vecinillo que me molestaba todo el tiempo y yo le decía: "el plebeyo"... "no seas soberbia!" me decían los adultos...y la verdad es que jamás pude verlo como mi igual, y no porque fuera pobre o no, o porque yo descendiera de la mismísima Reina de Inglaterra o no, simplemente, yo no me dedicaba a molestar a los demás, pero la etiqueta iba creciendo...
"si Murielita, cantas muy bonito, pero no seas soberbia", "si eres bonita, pero no seas soberbia", "si, corres muy rápido, pero no seas soberbia"...
Y entonces, al no querer ser lo que me decían que era, y al no saber atacar la soberbia, porque en verdad no logro concebir el concepto de humildad, lo que hice, inconscientemente, fue dañar espantosamente mi autoestima:
No soy fea, pero estoy prieta.
Canto bonito, pero no soy Celine.
Corro muy rápido, pero no lo suficiente.
No soy pobre, pero....soy india!
Lo que fuera para callar a esa soberbia que tenía dentro que me gritaba mis capacidades y mis virtudes...
Pasó el tiempo, crecí... y crecí MUCHO! llegué al 1.73, y llamaba mucho la atención... en aquel tiempo no había mujeres tan altas... y me convertí en modelo ("modelillo" decía yo, para no parecer que me sentía importante),  cuando me escogieron en un casting de Revlon, mi soberbia interna hacía fiesta de felicidad! "A huevo que estoy hermosa!!!!" y mi humilde interna se retorcía, al no saber que iba a decir... así que no dije nada más que "fue suerte"... No seguí en el camino del modelaje por el maravilloso destino, y por mi mamá, que no me dejó viajar sola para ese trabajo, así que, pues, no me tocaba... pero ya nadie me pudo quitar de la cabeza la certeza de que soy hermosa, pero manejé el "bajo perfil" de la humildad mal comprendida...
Después la universidad me dio la oportunidad de darme cuenta que el "correr rápido" no estaba en el promedio... Gané tres categorías de una competencia a la que le llamaban "Universiada Nacional"... si, fui Campeona Nacional de 100, 200 y 400 metros planos en Tabasco, y como fui la ganadora de más medallas, el trofeo enorme de la Universidad, me lo dieron a mi... no podía controlar a mi soberbia interna al levantar el trofeo en el podium con mis 3 medallas colgando del cuello... todo se lo quedó la Universidad...hasta el uniforme fue prestado....
Pero nada me quitará el orgullo que sentí cuando entré a mi facultad y el director me abrazó gritando: "MI CAMPEONA"...
Y, aunque no parezca, me sigue costando trabajo amarme, aceptarme, remontar, intentar, caer y levantarme... pero sigo aprendiendo... lo sigo intentando... Y soy, lo que soy, así...
 "Y NO ES SOBERBIA, ES AMOR"*

*Gustavo Cerati (que no me gusta para nada, ni como canta, ni sus letras ni su música, pero por esa frase, valió la pena su existencia... "EN MI HUMILDE OPINIÓN")